La activista, prima de la senadora Piedad Córdoba, intermediaria entre el Gobierno colombiano y las FARC, conoció la violencia desde su niñez. La guerra entre liberales y conservadores (19481960) obligó a sus padres a dejar sus tierras en Tibú (al noreste de Colombia, en la frontera con Venezuela) y desplazarse hasta Urabá, en la costa pacífica del país. Un hermano suyo militó en Unión Patriótica, un brazo político de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Entonces "comenzó el caos" aseguró a la revista Semana en una entrevista publicada en noviembre del año pasado.