Nació en Marín en 1871. Después de pasar varios años en Vigo, en 1904 regresa a Marín donde inició sus actividades como empresaria. Amalia procuró que sus hijos e hijas, ocho en total, tuvieran las mismas oportunidades, e insistió en que todos tuvieran estudios. Al enviudar tuvo serios problemas económicos, pero gracias a su espíritu emprendedor, decidió habilitar un almacén de carbón y salazones, como sala de cine.