A veces tenemos en nuestra cabeza ideas preconcebidas que nos inducen a errores. Por ejemplo, pensar que las mujeres han alcanzado el mismo grado de igualdad con los hombres en todo el mundo. Hay algunas situaciones especialmente difíciles. Por ejemplo, una mujer africana tiene muchas menos oportunidades de igualdad que una europea o una norteamericana.