Trótula de Salerno
Ginecóloga. Su fecha exacta de nacimiento se desconoce pero se sabe que ejerció la medicina en Salerno, donde se encontraba el primer centro médico que no estaba conectado con la iglesia. Tanto en la tradición popular como en los círculos científicos las Mulieres Salernitae o Damas de Salerno tenían fama como médicas y estudiosas de la medicina, y entre ellas destacaba Trotula. Ejerció extensamente la medicina y la docencia, y escribió varios tratados, entre ellos: "Passionibus Mulierum" (Trotula Maior), que fueron textos en las escuelas de medicina hasta el siglo XVI. Sus teorías médicas fueron increíblemente avanzadas. Hablando del control de la natalidad, de las causas y tratamientos de la infertilidad señaló que es "igualmente frecuente que la concepción se vea impedida por un defecto del hombre como de la mujer". Fueron Trótula y “las damas de Salerno” quienes ayudaron a que se produjera el renacimiento médico que marcó el fin del oscurantismo en Europa. Tanto en la tradición popular como en los círculos médicos, las “damas de Salerno” tenían fama como médicas y estudiosas de la medicina, y entre ellas destacaba Trótula. De hecho, la escuela de Salerno fue considerada la primera universidad de Europa, se sabe que en ella había muchas maestras mujeres y fue el primer centro médico no conectado a la Iglesia. Una escuela excepcional entre los siglos XI y XII, antes que las universidades: era exclusivamente médica y, al mismo tiempo, laica. Curiosamente para la época, el interés de esa escuela estaba centrado en el empirismo y la observación y no en el aspecto teórico y especulativo. El plan de estudios era tan bueno que lo adoptó después la Universidad de París. Los numerosos textos que datan de entonces contienen muy buenas descripciones clínicas. La obra más famosa es el “Regimen sanitatis Salernitatum”, que resume en verso el saber en esa escuela que entre los estudiantes y profesores tenía a muchas mujeres. Trótula lideró el grupo de mujeres médicas, incluso, desde las distintas partes del viejo continente venían a estudiar con ella. Escribió varios tratados de anatomía y fisiología femenina. El más famoso, conocido como “Passionibus Mulierum”, explicaba la menstruación, la concepción, el embarazo, el parto, el puerperio, el control natal, las enfermedades del útero y de las vías urinarias. Este magnífico aporte fue referencia obligatoria en las mejores universidades de Europa hasta avanzado el siglo XVI. Fue, entre otras cosas, una adelantada de la ginecología. Para ella era de suma importancia que el cuerpo y las enfermedades femeninas fuesen tratadas por facultativas mujeres, por tener éstas una disposición que obviamente no tendría un médico varón, por inhibición ante el cuerpo del otro sexo, o por desconocimiento del mismo. Naturalmente, hay que tener en cuenta la precariedad de la ciencia de ese entonces para entender este razonamiento que también entraña una profunda sensibilidad. La que también hace notar en su preocupación por la relación entre médico y paciente, su interés en la pediatría y su deseo por aliviar los dolores del parto. La doctora de Salerno, consideraba la prevención como el aspecto más importante de la medicina. Por eso. Escribió un segundo tratado sobre el cuidado de la piel, la higiene y la cosmética. Las obras de Trótula tocaron temas sobre salud, sexualidad, curaciones, remedios, control de la natalidad y las causas y tratamientos de la infertilidad, del cáncer, las enfermedades de la piel, los ojos y la sordera e hizo los primeros tratados pediátricos de la historia. La ciencia obstétrica de Trótula era tan avanzada, que aún hoy se siguen encontrando elementos novedosos. Escribió el primer tratado de ginecología "Las enfermedades de las mujeres antes, durante y después del parto". Su fama fue tal que sus libros fueron copiados y vueltos a copiar por varios siglos. Pero… ya en el siglo XII, algunos copistas empezaron a atribuir sus libros a su marido, hasta que su nombre fue definitivamnte sustituido por su forma masculina: Trottus. Para el siglo XV ya se negaba su existencia y en el XVI el historiador alemán Karl Sudhoff, definitivamente borró de la historia tanto a ella como a las damas de Salerno, arguyendo que como eran comadronas y no médicas no podían haber escrito sobre materias tan complejas como la obstetricia o la cirugía. Según él, de esos temas sólo podían escribir los hombres… Por suerte para la historia de la medicina y para la historia de las mujeres, hoy Trótula es estudiada en las Universidades. Sudhoff y Singer, a comienzos del siglo XX, trataron de eliminarla por completo afirmando que “sus trabajos incluyen instrumentaciones quirúrgicas demasiado complicadas, ninguna mujer escribiría tan explícitamente sobre cuestiones sexuales". Desgraciadamente gozaban de tal prestigio como historiadores de la medicina que hasta las feministas de entonces se mostraron reacias a contradecirlos, de manera que ha sido casi borrada de la historia. Fuente: Federación de Mujeres Progresistas