Elisabeth Arden
Florence Nightingale Graham, universalmente conocida por su nombre de negocios, Elizabeth Arden (1878-1966), fue una empresaria canadiense-estadounidense que fundó un imperio global de cosméticos y cuidado de la piel. Su éxito la convierte en una de las mujeres de negocios más influyentes del siglo XX y una pionera en la industria de la belleza.
Arden no solo vendía productos, sino que popularizó la idea de que la belleza era una ciencia y no un lujo, promoviendo un enfoque holístico que incluía el ejercicio, la nutrición y el cuidado de la piel. Ella entrenó a mujeres para que se convirtieran en «ejecutivas de ventas», abriendo una de las primeras vías de independencia económica para las mujeres trabajadoras. Además, fue una defensora temprana de los derechos de la mujer: durante la marcha sufragista de 1912 en Nueva York, Elizabeth Arden suministró lápices labiales rojos a las sufragistas, convirtiendo este color en un símbolo de fuerza y empoderamiento femenino y vinculando la belleza con el activismo.
Realizo estudios de enfermería y contribuyó inestimablemente a la evolución de la profesión. Antes de que emprendiera sus reformas, las enfermeras eran en gran medida personal no cualificado que consideraba su trabajo una tarea servil, gracias a sus esfuerzos, la enfermería pasó a ser considerada una profesión médica con un elevado grado de formación e importantes responsabilidades. Recibió multitud de honores de gobiernos extranjeros y en 1907 se convirtió en la primera mujer en recibir la Orden del Mérito.
En 1908 se trasladó a Nueva York, donde creó con la ayuda de un químico su primera crema de belleza, Amoretta. Creó su primer salón en 1920 y abrió institutos de belleza por todo el mundo. En la década de 1930 abrió las primeras clínicas de reposo dedicadas a la belleza y la salud, y extendió su industria al sector de la perfumería.
Fuentes: