Anna Ajmátova
Anna Andréievna Górenko, conocida mundialmente como Anna Ajmátova, fue una de las poetas rusas más veneradas y resilientes de la «Edad de Plata». Nacida en 1889, adoptó su seudónimo porque su padre no quería que su apellido se asociara con la poesía. Fue cofundadora del movimiento acmeísta, que buscaba la claridad y la sencillez frente al simbolismo. Su vida fue un testimonio de la persecución y el sufrimiento bajo el régimen soviético.
Su esposo, el poeta Nikolái Gumiliov, fue ejecutado, y su hijo, Lev Gumiliov, pasó años encarcelado en el Gulag. Este dolor personal se transformó en arte en su obra más célebre, Réquiem, un lamento épico por las víctimas del terror estalinista, que tuvo que memorizar y circular clandestinamente durante años. Aunque fue censurada y silenciada, Ajmátova se mantuvo como una figura literaria inquebrantable, una voz de la conciencia nacional que infundió a su poesía una rara mezcla de lirismo íntimo y fuerza histórica.