Beatriz Cienfuegos
Cienfuegos fue una escritora y periodista española, pionera del periodismo español que fue una figura relevante en el Cádiz de la Ilustración. Se considera a Beatriz Cienfuegos la primera mujer periodista española desde que publicara entre 1763 y 1764 La Pensadora gaditana, periódico semanal crítico sobre las costumbres masculinas y femeninas y otros temas de interés en la época.
En total se publicaron 52 Pensamientos, con los que la autora se apuntaba al costumbrismo social iniciado con el periódico inglés The Spectator, del que eran frecuentes las traducciones difundidas por Europa. En total, fueron 52 reflexiones que se vendieron en dos librerías de Cádiz cada jueves —al precio de un real de vellón— y que debieron tener tanto éxito que incluso llegaron a reimprimirse semanalmente, sin permiso de su creadora, en Madrid. Los textos que han llegado hasta nuestros días corresponden a una reedición de 1786, realizada por la propia Cienfuegos, en la que recopila todos esos artículos publicados entre el 12 de julio de 1763 y el 2 de julio de 1764.
Se trataba de un periodismo reflexivo y revisionista, más literario que noticioso y sometido a unas precarias vías de comunicación por lo que la inmediatez no contaba como factor de importancia.
A un siglo escaso del inicio del periodismo con las Gacetas, la burguesía ilustrada del XVIII contó con los avances técnicos y los medios económicos suficientes para satisfacer a un público con deseos de leer sus propios ideales culturales y políticos.
Mientras tanto, el pueblo, mayoritariamente analfabeto, sólo tenía acceso a almanaques y pronósticos. En ocasiones se ha dudado de la identidad que se esconde tras la firma de Beatriz Cienfuegos, incluso de su condición de mujer. Tanto en Inglaterra como en Francia hay constancia de una prensa escrita por mujeres que se dedicaba a la crítica social, por lo tanto no tendría que resultar extraño que fuese realmente una mujer, como asegura la última revisión sobre el tema. Cinta Canterla, de la Universidad de Cádiz, ha estudiado ampliamente esta cuestión y publicado una edición antológica del periódico en la que hace ver que la legislación de la época prohibía publicar libros o papeles con nombre falso, y la publicación contaba con licencia de impresión. Frente a tanto debate sobre su identidad, la clave ha estado ahí desde el principio, como ya advirtió la propia Cienfuegos: “No se cansen, es trabajo perdido; que no soy tan tonta que no tomase muy bien las medidas para ocultarme antes de dar al público mis Pensamientos”.
Beatriz Cienfuegos fue sin duda una mujer peculiar, independiente y culta, que supo aprovechar la reorganización de Carlos III sobre tasaciones, precios de publicaciones e inquisición para favorecer el mundo editorial. Después, el fantasma de la revolución francesa traería con su sucesor, Carlos IV, las más estrictas prohibiciones. Entre 1763 y 1764 Beatriz Cienfuegos publicó ‘La pensadora gaditana’, una de las primeras publicaciones periodísticas escritas por una mujer, un periódico semanal crítico sobre las costumbres masculinas y femeninas y otros temas de interés de la época.
Fuentes